Sagebrush es un juego en primera persona que supongo que diríamos que es un simulador de caminar, donde exploras un complejo de culto abandonado. John Walker (RIP en paz) lo reprodujo en 2018 y lo encontró fascinante.
Al igual que Everybody’s Gone To The Rapture, explorar un lugar donde alguna vez vivió la gente que ahora está abandonado es extremadamente espeluznante. El silencio en Sagebrush es muy pesado y ruidoso, y creo que la sensación de baja fidelidad de los 90 lo acentúa. Nunca estás seguro de si ese parpadeo que ves allí es un arbusto pixelado o la sombra de una persona.
Hay algunos elementos de rompecabezas ligeros en un tipo de reinicio de este generador o de encontrar esta clave, pero la mayoría de las veces está leyendo notas y descifrando lo que sucedió en el período previo a un evento de suicidio masivo final y devastador. Sagebrush, como señala John, cubre algunos temas inquietantes, incluida la coerción sexual, la dependencia de las drogas y el aislamiento y la manipulación inherentes a cultos como el que se describe. Pero, como también señala, se maneja con bastante destreza.
Esto no será para todos, pero la separación de hilos extraños y volver a tejerlos para que puedas ver la imagen completa y la atmósfera caliente y opresiva definitivamente será para muchos.
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